Vinimos a servir y a compartir todo lo que nos es dado para contribuir en la expansión del amor,
fuente inagotable de la vida y esencia del poder que sustenta a nuestro guerrero de luz interior.
RICARDO GIRALDO
Luego de algún tiempo y muchas lunas, retorné a los cielos. Viajé por unos días hasta un destino que no visitaba desde finales de la década de los 90. Ese lugar, encantador, se llama COSTA RICA, y sus gentes son una legión de ángeles a quienes envío mi sentimiento de gratitud porque siempre que he pisado ese territorio se me ha ofrecido tanto, sin pedir nada a cambio. A ellos y ellas, los ticos, dedico estas líneas, porque representan, sin duda, todo lo que expreso a través de ellas.
Cuando se ama sin límites, lo demás pasa a un segundo plano y entras en sintonía con Dios y con el universo. Entonces, ayudar, SERVIR y ser generoso no requieren de ningún libreto porque eres auténtico, y te detienes frente al otro con actitud compasiva para ejercer el verdadero sentimiento del amor. Ese que cada mujer, hombre, joven, adolescente, niño, niña te ofrecen, en todos los rincones de esa nación maravillosa, a través de su mirada transparente, de sus rostros amables y de una sonrisa que exhiben con una naturalidad que cautiva, como la que me enseñó mi madre desque que era muy pequeño, y a través de la cual fui descubriendo la grandiosidad de lo que los seres humanos llevamos dentro.
Cada día podemos encontrar diversas oportunidades para reflexionar, SERVIR, ayudar y engrandecer nuestra existencia.
Nunca es tarde para alcanzar el estado del amor sin límites. De abrir las alas y emprender el vuelo hacia las altas cumbres donde podrás realizar tus más grandes anhelos. De SERVIR a tus hermanos de jornada cósmica.
Solo cuando eres capaz de soltar sin medida, habrás iniciado el sendero correcto. Recuerda a la Madre TERESA DE CALCUTA: el que no vive para SERVIR, no sirve para vivir. Pregúntale a tu corazón cuántas veces al día sirves a tus hermanos universales, o cuántas veces te sirves de ellos.
Sean cuales fueren los nuevos rumbos en mi destino por la vida, estaré ajustando mi carta de navegación para que, al alcanzarlos, sea un mejor ser humano y pueda SERVIR a todos mis compañeros de jornada en las escalas que aún tengo pendientes. Cuenten conmigo siempre, porque en mi corazón habrá un lugar disponible para cada uno, esperando con una copa de vino. Siempre serán bienvenidos. Los recibiré y acogeré cuando retornen o procuren refugio y ayuda. Los leños de mi bodega interior arderán como una fogata, al calor de la amistad para celebrar la vida en armonía con el cosmos.
Tenemos el poder de ejercer el respeto y de comprender y aceptar los postulados de la contraparte. Si le ofrecemos la oportunidad a quienes están frente a nosotros de ser escuchados y abrimos nuestro entendimiento para amar sin límites, habremos sembrado lámparas de esperanza capaces de curar, transformar y sanar una multitud. Una sociedad. Nos tornaremos en guerreros de luz y podremos SERVIR a todos.
Prefiero, más que los desencuentros, los retornos. Me apasiono cada vez más por los seres humanos y los amo porque son mis hermanos. Quiero aprender de ellos. De todos y cada uno. Comprenderlos. Servirlos. Dar y compartir. Ofrecer una oportunidad y un abrazo. Sonreír y estrechar la mano en cada encuentro.
Me he tornado en un aprendiz de la humildad. El dolor de cada lección es un elíxir de paz que me otorga la fuerza para levantarme y dar el siguiente paso.
No vinimos a vivir en paz, sino a SERVIR y a prestar auxilio al plan de Dios para que haya luz y justicia universales. Comprender la dimensión de este significado, trasciende nuestra verdadera existencia y le da sentido a cada instante que vivimos.
Si los seres humanos aplicáramos la simplicidad, todo sería un nuevo despertar. Nos vestiríamos con ese concepto de pura vida que llevan impreso en la retina del alma los costarricenses, quienes, por esa persistencia invencible, nunca se dieron por vencidos para que esa marca formara parte de su identidad, y entonces, la REAL ACADEMIA DE LA LENGUA acaba de incluir la expresión en su diccionario universal como un tributo para honrar la grandiosidad del costarricense en su infinita humildad.
Esa simplicidad es un sendero de esplendor para el espíritu. Serviríamos para curar. Viviríamos para amar. Cada palabra y acción se tornarían en gotas que aumentarían el caudal de ternura y generosidad que esta y otras sociedades requieren con urgencia.
Ahora, voy a tomar alguno de los mejores vinos que llevo en mi bodega interior y serviré una copa para celebrar con Dios el mayor regalo que Él me ha concedido: la vida.
Retorna hacia tu interior para que descubras la belleza del amor que DIOS puso en ti cuando te dio tu espíritu y te revistió de vida con tu cuerpo. Conecta esa vida con el mundo de las realidades para SERVIR a tus semejantes, y pronto alcanzarás un estado de amor sin límites. Entonces, decidir y renunciar no serán más una dificultad sino un motivo para alegrar tu corazón afligido. Entrarás en sintonía con Dios, y todo lo difícil se volverá hermoso.
Descubrirás lo sublime de las lealtades y encontrarás una causa para inspirar tus acciones. Los otros serán tu motivo de ser, y solo así podrás tomar un lugar en el mundo. Serás cuestionado y juzgado por los seres humanos. Una avalancha de críticas caerá sobre tus acciones, pero al final, la Verdad y la Justica del ARQUITECTO DE LA VIDA te librarán de la maldad, y un ejército invencible de ángeles acompañará tus jornadas para llevar esperanza y restauración. Bienestar y prosperidad.
Serás como el rocío de las madrugadas. Tu luz aparecerá, como los primeros rayos del sol durante el alba, para rescatar de las tinieblas y el dolor a tus hermanos cósmicos, y la estrella en la que te habrás convertido, guiará a muchos extraviados en las noches de sus soledades y abandonos, y en el abatimiento por el sufrimiento.
Compartirás el pan de tu existencia y un sentimiento glorioso llenará tu espíritu de satisfacción. Ya no te sentirás más lejos de Dios, sino al contrario, serás uno con ÉL y tus acciones serán parte de Su Voluntad. Aprende a SERVIR e iniciarás la ruta que te llevará hasta el amor sin límites.
Texto de RICARDO GIRALDO
