La peor soledad es no estar a gusto con uno mismo.
MARK TWAIN
Han pasado varias lunas desde que no salía a dar una larga caminata por las calles de la ciudad. Quise sorprenderme con lo nuevo y también recordar lo antiguo en medio de un afecto entrañable. Tuve la oportunidad de detenerme donde antes existieron memorables librerías atendidas por esos sabios libreros que nos guiaban por el conocimiento y nos despertaban un gusto apasionado por los autores más célebres del momento y de la historia de la humanidad, y me quedé pensando que hoy casi nadie lee. Muchos desconocen la historia de sus naciones, ciudades y hasta familia y por eso se ven tristemente condenados a repetirla.
Miraba con detenimiento las construcciones y vi con curiosidad las nuevas estructuras que han ido reemplazando paulatinamente los antiguos puntos de encuentro en los que se convertían aquellos cafés donde compartíamos tardes de amigos con los compañeros del colegio, la universidad o el barrio para contarnos aventuras épicas de adolescencia, de libertades, esperanza y sueños. Hoy la gente solo va con la cabeza inclinada sobre sus dispositivos electrónicos, y apenas si se percatan del hueco o el escalón con el que pronto tropezarán. No saludan, simplemente van, por ahí.
Poco a poco han ido desapareciendo las raíces de unas robustas sociedades que se afianzaban en los principios, particularmente los del respeto por la vida, la diferencia y la sabiduría de los viejos. Vinieron entonces de mi bodega interior las palabras de mi ABUELA y también las de mi MADRE, quienes siempre me hablaban de lo importante que es construir una independencia personal y emocional para tener una vida plena.
En un mundo ideal, nuestras familias y amigos nos respetarían y apoyarían incondicionalmente. Pero en la realidad actual no siempre es así. A menudo nos encontramos con que el respeto y el apoyo son escasos. Por eso es crucial desarrollar una independencia sólida para nuestro bienestar y felicidad en el marco de este escenario. Sin depender de las gentes de quienes esperamos apoyo y respeto, en particular me refiero a la familia y a nuestros amigos, que en oportunidades parecen los más distantes, con sus actitudes frías, cínicas y vergonzosas.
Lo dije en otro artículo y lo reitero en este, quienes emprendemos una causa en la vida, estamos sujetos a ser juzgados y condenados por la irracionalidad no solo de quienes no comprenden la dimensión de esta, sino porque, además, en ocasiones, nos vemos expuestos a los tribunales de la incomprensión, el rechazo, los juzgamientos y otra serie de sentimientos humanos por parte de nuestros más cercanos y amados. Surgen aquí las palabras de esa leyenda viviente de la actuación, MICHEL J. FOX, que tantas alegrías me ha hecho fabricar y grabar en la retina del alma con cada uno de sus personajes en las series de televisión y las películas… Pueden agredirte en tu dignidad, pueden burlarse de ti, pero nunca te podrán quitar tu esencia, a menos que te rindas.
Explora en tu interior para descubrir cuáles son tus principios, tus valores, lo que es importante y lo significan realmente para ti. Reflexiona acerca de tus fortalezas y revisa, escribe y trabaja en lo que te falta mejorar, buscando cómo podrías hacerlo para que entonces puedas comprenderte mejor, encontrando una plataforma segura para sustentar tu autoconfianza, que se apoya en los pilares del autoconocimiento y la autoaceptación. No en vano afirmó SÁNDOR MÁRAI que la autoestima es el contenido más profundo de la vida humana.
Conocer quiénes somos, nuestras limitaciones y potenciales, nuestros dones y talentos, nuestra vocación, nos permite construir una imagen positiva de nosotros mismos. Independientemente de las opiniones externas.
Es por esto que necesitamos fortalecer la resiliencia y la autosuficiencia. Esenciales para vivir plena e independientemente. Prosperar para alcanzar la libertad y la verdadera paz. La independencia emocional significa no requerir de la validación constante de los otros para sentirnos bien con nosotros mismos, sino confiar en nuestros juicios y criterios. En nuestra intuición, para enfrentar cualquier desafío en nuestra vida presente.
Otro aspecto fundamental en este proceso, es permitir que aflore nuestro amor propio para aceptarnos a nosotros mismos. Con nuestras cualidades y defectos. Porque cargamos con ambos; y en el momento en que lo hacemos y logramos, no hace falta la validación de alguien más para sentirnos bien con lo que somos.
Practica el autocuidado. Recuerda que no eres perfecto, sino que avanzas por senderos de aprendizaje. Aun cuando otros no te respeten ni valoren, sabes que eres digno y capaz, porque estás conectado al universo, y tú eres una manifestación irrepetible en la sinfonía que ordena y dirige el ARQUITECTO DE LA VIDA.
Celebra la vida y agradece cada momento, cada vitoria. Enfrenta tus miedos, sal de tu zona de confort para que emerja el poder renovador que guíe tu intuición por el sendero del éxito. Rodéate de personas que te ayuden a levantar el vuelo para alcanzar tus objetivos y metas, y evita siempre que tu autoconfianza dependa de los demás. Ten presente las palabras de RALPH WALDO EMERSON, la confianza en uno mismo es el primer secreto del éxito.
Son las dificultades las que nos moldean para tornarnos más fuertes y las que nos permiten desarrollar un poder de resiliencia invencible para ver con claridad y ser persistentes, cuando sabemos adónde vamos y qué es lo que queremos alcanzar en nuestra vida.
Cuando confías en ti mismo, las opiniones externas pierden el poder de afectar tu paz interior y la felicidad que transporta tu corazón; y esto no significa que vas solitario por el mundo, sino que aprendes a crear una red externa con un núcleo de amigos; que te unes a comunidades en temas que te identifican con los miembros de estas, y que te permiten intercambiar conocimiento y experiencias sin perder tu identidad. Por eso puedes buscar opciones en una larga lista que no nos cabe aquí, pero de la cual pudo citar, por ejemplos, un taller de arte, un coro, un deporte, un club de karaoke, un grupo de amigos para cocinar recetas. Puedes aprovechar también la virtualidad a través de foros alrededor del mundo.
Cuando sabes qué es lo que quieres, es menos fácil que agentes externos te distraigan o provoquen influencias negativas, y que sucumbas a las críticas, porque tienes autoconfianza y, por el contrario, posees la capacidad de enfocarte en tu carta de navegación y dar continuidad a tu viaje para alcanzar el siguiente destino en la cadena de estaciones, puertos y paradas que te llevan finalmente hasta la cumbre de tus sueños y nobles anhelos.
Tener metas personales te permite crear un plan de acción sólido que evita los atajos, los desvíos o que, simplemente, te extravíes de la ruta. Recuerda mantenerte lejos de aquellos que, alienados en sus pensamientos dañinos, hablan sin saber lo que dicen y sus palabras hunden dagas invisibles, pero profundas, en el corazón de todos aquellos con quienes cruzan su camino. Sus acciones, producto del temor, la inseguridad y los fantasmas del miedo los llevan por atajos sembrados de ira. Finalmente, sucumben en fangales de odio.
En la dinámica y cotidianidad del mundo actual que confrontamos, y en cada rincón de las naciones en los cuatro puntos cardinales, hordas de seres humanos, como búfalos en estampida, van de un lado para el otro con los afanes del progreso. De la tecnología. De los transportes veloces. La mayoría no sabe para dónde va, ni los mueve una causa, un propósito ni un anhelo.
Al tener metas y objetivos claros, estableces un propósito que le da claridad a tu viaje, enfocas tu mente, eres más resiliente ante las críticas y cuestionamientos, y este proceder con determinación para mantener tus metas personales, garantiza tu independencia y fortalece tu autoconfianza.
Yo diría que, aquí, nos falta una estrella para armar la ruta hacia el destino de la autoconfianza, y consiste en el autocuidado, el cual te ayuda a alcanzar tu independencia personal. Para activarlo, basta con proporcionar bienestar físico, mental y espiritual a tu cuerpo, es decir que pasas a alimentarte con bebidas y comidas sanas, practicas algún deporte, y entras en contacto con la naturaleza. También, cuando realizas sesiones diarias para encontrarte contigo mismo a través de ejercicios de mindfulness, de relajaciones y durmiendo balanceadamente.
De igual manera, es esencial, conectarte con la espiritualidad a través de actividades que alimenten el alma y traigan balance, equilibrio y paz, tales como escuchar música, darte un baño relajante que le permita al cuerpo contactar a través del agua con lo universal. Expresar la gratitud permanente por todo lo que recibes. Orar en silencio para entrar en comunión con el cosmos y la DIVINIDAD.
El autocuidado es la base que sustenta la independencia y la resiliencia, y te permite vivir de manera autónoma y plena. Al cuidar tu humanidad, es decir tu cuerpo físico, el espiritual y el emocional-mental, construyes una vida equilibrada y gratificante. Nada puede distraerte, ni te parece aburrido, y nadie logra afectarte con sus comentarios ni críticas; y lo más importante, no dependes de nadie porque aprendes a estar en soledad.
Aprender a estar solos es una habilidad muy poderosa para alcanzar la verdadera independencia, ya que esos momentos nos aportan crecimiento y autodescubrimiento personal. Son un oasis donde bebes el elíxir de la fortaleza, y de la paz. Son el sendero del retorno hacia tu patria interior, donde reposan los principios, los valores. El hogar, que es tu más grande y auténtico refugio. Ese que has construido interiormente a lo largo de tu existencia desde tu nacimiento, con las relaciones de amor que estableces con tus padres y abuelos, y que viaja en una atmósfera de amor sin límites adonde vayas.
La soledad es la fuente que te permite pensar en positivo y que gradualmente construye el torrente de bienestar y prosperidad que brota desde tu interior y fluye como un caudal por el que navegas hacia el océano de la abundancia universal.
Cuando gobiernas tu patria interior, esta no tiene fronteras, pero al reconocerla e identificarte con ella aprendes a marcar los límites para que nadie te irrespete ni abuse de tu confianza. Significa que has comenzado a ejercer tu amor propio y la independencia que te proporcionan tu autoestima y la confianza en tus dones y habilidades, sobre los cuales reposa tu verdadera riqueza, sin necesidad de apoyarte en tu familia ni en otros, porque tu capacidad proviene de tu interior, que está en sintonía con la fuente universal que gobierna la DIVINIDAD. Lo externo, en oportunidades, intoxica el aire que respiras.
Ten presente que los principios, los valores y las creencias vienen de tres fuentes primarias: tu sociedad (tierra), tu grupo social (lugar de nacimiento) y tu hogar. Cuando conjugas estos tres elementos, adquieres tu carácter y tu forma de obrar. Por eso es vital que tus principios sean la raíz de tu existencia. Recuerda a la genial OPRAH WINFREY, da igual quién seas o de dónde vengas. La capacidad de triunfar empieza en ti mismo siempre.
Texto de RICARDO GIRALDO
Foto de ANDREA PICQUADIO
