La amabilidad no es un acto, es una forma de vivir.
ANTHONY DOUGLAS

Mi ABUELA tenía un adagio que solía repetir de forma reiterada cuando alguien cruzaba el límite, mijito, es mejor pecar por exceso de delicadeza y no por abuso de confianza. Mi MADRE utiliza aun otro muy particular, sé imprudentemente amable. Con certeza, nunca, jamás, te arrepentirás, te doy mi palabra.

Parecen contradictorios ambos, no lo son. Se complementan perfectamente. En el caso del primer adagio, el de mi ABUELA, marcar los límites es ser considerado, respetuoso. Oportuno, prudente. Lo cual va muy de la mano con la amabilidad, que quizás, no es otra cosa que ser un seductor o una seductora, como lo ha sido mi MADRE, quien nunca tuvo disputas con las personas. Todo lo contrario. Su calidez y generosidad, a pesar de tener un carácter y una determinación invencibles, le permitían obtener lo que necesitaba a través de la amabilidad sin pasar los límites como decía mi ABUELA; y viene en medio de mis recordaciones, la MADRE TERESA de CALCUTA con un sentir que redondea esta reflexión inicial, las palabras amables pueden ser cortas y fáciles de pronunciar, pero su eco es en verdad infinito.

Hoy en día todas estas capacidades se han ido opacando por la velocidad con la cual las sociedades van haciendo a un lado lo verdaderamente esencial. Por eso es más difícil ser humildes. Porque las gentes solo quieren crecer como las piedras. Pegándose una y otra más. Impidiendo el movimiento, el desplazamiento. Tornando al ser inmóvil. Estático. Incapaz de ser él o ella mismo(a). No comprenden que el verdadero crecimiento ocurre interiormente y que eso implica, liberarse de las baratijas materiales. Soltar. Entregar todo. En últimas, no nos vamos a llevar nada cuando nuestro barco riposte en el puerto final y nuestro espíritu vuele libre como un rayo en el firmamento para unirse a la DIVINIDAD.

Conozco un amigo que va a cumplir casi noventa años. Es un millonario que no tiene problemas de salud. Vive casi solo porque su mujer y sus hijos ya no están con él. Su esposa falleció hace 10 años de un cáncer y sus hijos andan por el mundo. Son tres, y cada uno se dedica a negocios en diferentes rincones del planeta. Mi amigo no ha cambiado su auto en cuarenta años. Funciona perfectamente, el sonido de su motor no produce el ruido ensordecedor de los carros y motos de hoy. Al contario. Es una marca reconocida y el motor, silencioso. Con certeza contamina mucho menos que las grandes máquinas de las camionetas actuales y consume menos combustible y lubricantes. Es un tipo sedan, pero cabe perfectamente en la mayoría de los sitios y su apariencia es impecable y discreta. Seguramente no faltará el que diga que es un carro viejo. Una chatarra. No en verdad. Es un clásico y hoy en día puede costar lo que 3 o 4 BMW o 5 camionetas AUDI de última generación. Quién lo diría. Nunca lo ha chocado, aunque conduce velozmente, sin embargo, no compite con nadie. Solo con él mismo y de forma razonable. ¿Recuerdan a mi ABUELA y a mi MADRE? Sin exceder los límites y con amabilidad.

La casa de mi amigo es confortable, pero no encuentras nada lujoso en ella, sí por el contario un refinamiento y sobriedad con los cuales me identifico y quizás por eso disfruto tanto compartir con él en algunas oportunidades. Nos une la pasión por la comida y en ocasiones cocinamos juntos. Nos divertimos, hablamos de la vida, los poetas, los viajes y lo delicioso, si me permiten expresarlo de esa manera, que era ir por el mundo. Hoy no es tan sencillo porque no hay un lugar seguro y todos los seres humanos vivimos bajo amenaza en cualquier lugar adonde viajemos. Qué lamentable, habiendo tanta belleza y esplendor repartidos en los diferentes escenarios que conforman el planeta, sus bosques, montañas, mares, costas y las profundidades del mar, que ha sido una de mis pasiones. Hace más de ocho años no hago inmersiones, pero a quien quiera descubrir un universo pleno de maravillas, le recomiendo el buceo, navegar por el mar y caminar descalzo por las playas solitarias del océano Pacífico al sur de América. Las tres, experiencias irrepetibles e imperdibles para quienes quieren grabar en la retina del alma emociones únicas, cargadas de colores, sonidos, aromas, sabores y texturas que no venden en ninguna tienda del planeta y sus alrededores, y que no podrías comprar ni con todo el oro del mundo si tuvieran precio.

Mi amigo es un hombre de éxito y posee un conglomerado de empresas, que fue consolidando a lo largo de más de medio siglo, sin embargo, en sus reuniones y presentaciones o apariciones en público, jamás habla de él, ni se vanagloria de todo lo que es, de sus títulos ni de su riqueza material. Solo destaca los aspectos relevantes de algunas de sus compañías y de lo sobresalientes que son los miembros de su equipo para quien nunca falta un halago, un reconocimiento y un incentivo. Si alguien no ha comido, se sienta con él o ella, ordena y comparte de manera generosa un sándwich y un refresco sin la menor complicación, y si la persona requiere de apoyo para comprar un mercado, se lo ofrece generosamente por un tiempo prolongado hasta que esa persona alcance un equilibrio para sobrevivir de forma autónoma. Por cierto, viste de forma sencilla y su reloj de pulso en cambio de ser un reloj de marcas impagables para el común de las personas, utiliza un SEIKO eco drive hecho totalmente en titanio, muy lindo por cierto ya que combina el blanco y el azul en su diseño, mis colores favoritos, y es absolutamente amigable con el medio ambiente porque opera con energía solar, y como su auto, no lo ha cambiado en años y continúa funcionando perfectamente. Así son los accesorios de mi amigo, lo cual habla muy bien de él.

Ayuda, como en su momento lo hizo mi MADRE, de forma solidaria, a muchas personas y fundaciones, y no lo piensa dos veces para apoyar los emprendimientos de jóvenes. Uno de ellos, quien recibió un importante apoyo financiero, inició un negocio de comidas rápidas y la marca se ha hecho famosa por repartir sus productos utilizando carritos robots operados con inteligencia artificial, y ya piensa en incluir drones para repartir en ciertos sectores de la ciudad, y no les estoy hablando de un lugar en Europa, Asia o Norteamérica. Es una población intermedia localizada en uno de nuestros países de Suramérica.

No me digas que aún no comprendes lo esencial de los mensajes de mi MADRE, mi ABUELA y mi AMIGO. Ellas, como mi amigo, no han hecho nada de esto por interés, al contrario, han ofrecido y dado lo mejor para que otros salgan adelante, sin esperar ni solicitar nada a cambio, y lo más importante, de forma solidaria, es decir, porque esas personas lo necesitan en su momento. Aquí y ahora. No pasas por encima de una persona que se desangra, volteas a mirarlo y le dices, –oye, ¿necesitas ayuda?

Haz que tus lágrimas se tornen en un caudal de liberación y restauración que irrigue tu valle para llevar un torrente de solidaridad al mundo. Esparce un sentimiento de compasión por donde vayas para que aparezcan los puentes de acercamiento, comprensión y ayuda.

Utiliza tu poder para construir y aportar belleza a la Creación del ARQUITECTO DE LA VIDA.

Pienso en la grandeza de la elevación que nos conduce hacia la conquista de los nobles ideales.

Regresan a mí, los sentimientos de las renunciaciones y de la fortaleza que requerimos para elegir, y tomar las decisiones. De la determinación para iniciar un nuevo sendero cuando hemos terminado otro.

De la necesidad para alcanzar las conquistas y las victorias de la vida, que se tornan en el aire que limpia y alimenta nuestra bodega interior, y en la luz que guía nuestro espíritu.

Algunas veces, reflexiono sobre la necesidad de exponer las pertenencias de los seres humanos para que los demás vean la mezquindad que ocultan sus corazones.

Envueltos en bordados de sedas y linos exteriores, aparentan equilibrio y bondad, pero como las vasijas de barro en su interior, guardan la podredumbre de las acumulaciones causadas por la obscuridad y la humedad durante largo tiempo.

Así lucen los bienes robados y los músculos distendidos. La riqueza improductiva y los abandonos a los cuales someten a sus hermanos cósmicos.

Cuando en tu casa haya abundancia y en tus manos se haya depositado poder, cuídate de no ejercer el egoísmo, porque rápidamente recorrerás el sendero hacia la vanidad y la soberbia, y en un pizcar de ojos, creerás que todo lo que posees, te pertenece. Que lo has ganado tú, y que puedes decidir sobre el destino y la vida de otros.

¡Cuidado! El tiempo es solo una oportunidad.

Evita la fiebre material para que no alucines, y puedas ver con el corazón. Sé amable, generoso. Aprende a compartir y ofrece la solidaridad siempre cuando te cruces con un hermano de jornada cósmica que requiera algo. Que revela una necesidad, y que en el silencio de sus ojos o en el grito de su corazón afligido, clama por ayuda.

Así como un día puedes estar vigente y solvente, otro puedes estar rascando las llagas de tus miserias humanas.

Retorna hacia tu interior para que descubras la belleza del amor que DIOS puso en ti cuando te dio tu espíritu y te revistió de vida con tu cuerpo.

Conecta esa vida con el mundo de las realidades para servir a tus semejantes, y pronto alcanzarás un estado de amor sin límites.

Aprende a luchar, para que los ángeles que la DIVINIDAD te envía se conviertan en un ejército de salvación, y puedas llevar esperanza al corazón de cada ser humano. Dale siempre una oportunidad a todos aquellos que se asoman a tu puerta, que cruzan tu camino o que entran a formar parte de tu red planetaria. Sigue lo que JACK KEROUAC recomienda, practica la amabilidad todo el día y con todos, y te darás cuenta de que ya estás en el paraíso ahora mismo.

Texto de RICARDO GIRALDO

Foto de EDURAW PRO